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29/07/2010, 00:10 | #1 |
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Carta abierta de un Guardia Civil de Tráfico
OJO AL TOCHO. Pero merece muchísimo la pena.
Opinen, señores... Toca leer en prensa estos días diversos titulares relacionados con la profesión. Huelga de bolígrafos caídos, la llaman. -En junio han puesto 58.000 multas frente a las 188.000 del mismo mes en 2009, continúa el artículo. La DGT está recabando datos para verificar tal hecho que, de ser cierto, podría acarrear graves sanciones para aquellos que secunden tamaña tropelería. Como miembro de la agrupación de tráfico de la guardia civil todas estas noticias me acaban tocando un poquito la “fibra” y llega un momento en el que uno siente la obligación de intentar explicar un poco la situación. ¿Huelga? No, señores. Nadie ha promovido una huelga. Primero porque el reglamento lo prohíbe de modo explícito y segundo porque nuestra responsabilidad como profesionales nos impide incluso plantear tal cosa. Acabamos de finalizar la celebración del 50 aniversario de la agrupación de tráfico y los que pertenecemos a ella, hemos recibido un fantástico libro conmemorativo en el que se refleja perfectamente la evolución de la misma. Creo que muchos nos hemos quedado con un sentimiento mezcla de nostalgia y pena. Nostalgia por los tiempos pasados. Uno siempre los recuerda mejores. Y pena por ver en qué se ha convertido esta institución. Aquellos que lo hemos vivido desde muy pequeños, soñábamos con subir a nuestra moto o hacer un curso de atestados, vigilar estas carreteras de dios. Prestar cuanta ayuda estuviera en nuestra mano, servir de utilidad, proteger, auxiliar y continuar nuestro camino. Voy a citarles de modo textual el que para mí es el más importante de los artículos de la cartilla de la guardia civil. Una artículo que sigue en pleno vigor y que llena de orgullo a cualquiera que decida servir a esta labor. -Será siempre un pronóstico feliz para el afligido, infundiendo la confianza de que a su presentación, el que se vea cercado de asesinos, se crea libre de ellos; el que tenga su casa presa de las llamas considere el incendio apagado; el que vea su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos- Antaño la guardia civil de tráfico, contaba con la simpatía de la práctica totalidad de los automovilistas y hoy muchos percibimos que la situación es bien distinta. Está en la calle, en los medios, en internet, en cualquier conversación en un bar. - ¡Me han cazado! ¡Estaban detrás de un árbol y flash, la foto! ¡300€ me ha sacado! Otro responde ¡No hay derecho! A mí me han quitado 3 puntos. –He recorrido 600 kilómetros de viaje y no he visto una sola patrulla- -la autopista llena de obras, retención de media hora en el peaje y ni un guardia. Tres kilómetros después estaban con el radar!... Sufrí un accidente, me salí de la carretera. Vino la guardia civil y encima me denunció. No somos ajenos a estas conversaciones como tampoco somos ajenos a las cada vez menos simpatías que como colectivo despertamos. Vivimos tiempos difíciles. La crisis aprieta e incluso ahoga a algunos. La labor de quien denuncia nunca ha sido agradecida. Si a ello sumamos el hecho de que algunas de estas sanciones son difícilmente explicables, entramos en una dinámica muy compleja. La administración pide que apretemos el cinturón, que acotemos los gastos. Reducir el consumo de los vehículos, reducir la cantidad de boquillas de alcoholemia a utilizar, pero no alcoholemias realizadas, permanecer más tiempo estacionados en determinados puntos... Y mientras tanto, parece que debemos producir una cantidad igual o mayor en denuncias que en épocas de bonanza. Si estamos estacionados en un punto de vigilancia, no podemos observar infracciones y además, el ciudadano que sí las ha observado en su trayecto, obtiene la impresión de que la pareja de la guardia civil “estaba durmiendo a la sombra” ¿Pretende la DGT que nos dediquemos a parar a todo aquel que pase por delante para ver qué podemos encontrar? Recordaré que además de poco ética, tal práctica es como mínimo ilegal. ¿Cómo explicar a quien ha sufrido un accidente, que además del disgusto se va a llevar una “receta” porque la DGT entiende que la mera producción del siniestro y las evidencias de las causas que lo han motivado, son suficientes para aseverar que se ha producido la infracción? Pues con estas mismas palabras. De lo que no podemos convencerle es de que cambie la cara de decepción que se le ha quedado. Oiga, cumplimos órdenes. -Y el pobre hombre, no se atreve a decir nada. Si por tener un accidente me acaban de apretar 150€, si abro la boca igual me caen 300, piensa. Probablemente hoy me llame mi madre. Le estarán pitando los oídos. Me cuenta un compañero que un señor ha caído en el radar y estaba molesto. –Acaba usted de arruinarme el mes, que lo sepa. Me dice que se estaba pagando el Opel Corsa que lleva, que lo necesitaba para ir a currar. Y claro, le acabo de dar el alto a bordo de un Mercedes camuflado con radar. ¿Pero en que están pensando los de arriba? No se dan cuenta de que el ciudadano piensa que nos estamos riendo de él. El ciudadano ya no nos pide información, no para a preguntar. No vaya a ser que se detenga pisando alguna línea y se lleve propina. Prefieren volverse locos con un mapa o un GPS antes de pedir ayuda, tal es el miedo que nos están cogiendo. Las normas sobre el nombramiento de los servicios no se cumplen, en el año 2010, un guardia civil sigue sin conocer su turno de trabajo mensual y en muchas unidades, siquiera semanal. Los cambios se suceden día tras día sin explicación ninguna. Se cambian noches por tardes, tardes por libres. No se respetan las horas mínimas de un día libre. Mientras que un guardia puede hacer en un mes ocho noches, otro de la misma unidad hace cuatro. Las productividades se reparten a total discreción del mando de turno sin que medie criterio objetivo ninguno. Las órdenes se reciben de cualquier forma sin que nadie se responsabilice de ellas o quiera entregarlas por escrito. Si se tiene un accidente laboral es probable acabar amonestado o corregido. Las bajas medicas se suceden. Los disgustos, las presiones, los sinsabores. Para colmo recorte salarial medio del 5% y rumores varios de la anulación del complemento de tráfico. Ninguna recompensa y ver demasiada miseria todos los días. Ese es el premio de quien trabaja en este cometido. Ayudaba cuando alguien te decía ¡Viva la guardia civil! Pero ahora ni eso. Ahora el ciudadano, conductor a la postre, huye despavorido ante una casi segura sanción de tráfico y sus consecuencias. Nos hemos convertido en el brazo ejecutor de una administración insaciable. Sólo ávida de papel moneda para paliar sabe dios qué ruinosa situación. Para bien o para mal, tráfico es la imagen de la guardia civil. El emblema del instituto. Todo el mundo circula por la carretera y en algún momento del camino, se encuentra con nosotros. Lo que de nosotros se lleve será el recuerdo que reciba de la guardia civil y lamentablemente, en estos tiempos, no suele ser un recuerdo agradable. La gente se preguntaba ¿Dónde está la guardia civil? ¿Dónde se meten? ¿Qué están haciendo cuando tanta falta nos hacen? Ahora prefieren no vernos. Se siente acosados desde las cunetas, vigilados desde un helicóptero o desde esas cajitas blancas encima de los pórticos. Trabajamos más horas que ningún cuerpo policial y cobramos menos, recibimos continuas presiones y tenemos pocos derechos reales. Ahora por si fuera poco, nos granjeamos día a día la antipatía de los que eran nuestros aliados. Los ciudadanos. Aquellas personas agradecidas a las que poníamos unas cadenas, cambiábamos un neumático o acompañábamos si se encontraban perdidos. Poníamos unas pinzas o ayudábamos en un accidente. Hoy las necesidades del servicio no lo permiten. No hay tiempo para nadie ni para nada que no “pague su tasa” Hoy el motorista escolta transportes especiales, permanece parado en un punto y hace alcoholemias. Entre tanto asiste accidentes y regula el tráfico. Por si les parece a ustedes poco, limpia la moto, lava el coche, anota docenas de prevenciones en la papeleta o asiste a algún juicio. Nada de eso tiene valor ninguno estadísticamente. Si no hay denuncias, no has dado un palo al agua. El especialista en atestados asiste accidentes, elabora informes, realiza docenas de absurdas estadísticas y se pasea por los juzgados de vista en vista. Da igual, como no suelen denunciar, estadísticamente no producen nada, así que por mas horas que echen y más accidentes que asistan, tampoco dan un palo al agua. Así estamos señores. Una agrupación de tráfico atada de pies y manos obedeciendo a algún oscuro interés. De tal suerte que la agrupación se ha partido en cuatro pedazos; Los que se han hartado de todo y se marchan. Los que se dan de baja y ya no quieren saber nada, los que se rebelan contra el sistema y luchan desde dentro y los que aceptan todo lo que les echen. Todos tienen algo en común; Están cansados de esto y desean que llegue un cambio. Alguien que desde su responsabilidad como mando superior plante cara a esta situación, relea el libro conmemorativo, la cartilla de la guardia civil, el acta fundacional de la agrupación y diga. ¡Aquí comienza un nuevo día para tráfico! El día de la responsabilidad, la actitud, la aptitud y la claridad de criterio. La vuelta a los pilares de todo esto, aquellos en los que el conductor, caso de ser observado cometiendo una infracción era infractor y no supuesto delincuente. En los que rechazábamos diariamente por decoro invitaciones en los bares de carretera de conductores amigos, de usuarios felices de toparse con nosotros. En fin, los días en los que como dice la cartilla, éramos un pronóstico feliz. Seguimos vigilando las carreteras, subidos en la moto o en la furgoneta, haciendo atestados, realizando auxilios, informando a todo el que lo necesita y poniendo multas. Sí, ponemos multas también. Me sorprende sobremanera que la DGT pida explicaciones por el descenso en la cantidad de multas impuestas. La respuesta es sencilla. Mejores conductores. ¿No se trataba de eso? ¿No buscábamos un mejor comportamiento en las carreteras? ¿No intentábamos por todos los medios que la gente no corriera, que no utilizara el móvil, que no adelantaran en continua? Está claro. Lo hemos conseguido. ¿No dicen eso las cifras de siniestralidad? El titular debería ser –La agrupación de tráfico consigue un descenso de casi el 70% en el número de infracciones- Pero no; A quien dirige a día de hoy la DGT le queda tan grande el cargo, que ni esto sabe vender. Y es que la ambición le ciega. No se explica de otra forma, pero es evidente. Si ya existe una previsión en los presupuestos generales del estado para aumentar la recaudación en multas de tráfico y resulta que se van a quedar muy cortos, es normal que el señor se enfade y lo pague con los de siempre. Con la guardia civil de tráfico. Si hay menos denuncias de alcoholemia, será que hay menos borrachos al volante y si se han reducido las denuncias por cinturón o por el uso del móvil, será propio pensar que al fin los conductores se conciencian. Pero no. Es mejor ser suspicaz y pensar como el ladrón, por aquello de la condición. Es más bonito pensar nuevamente que la guardia civil de tráfico está otra vez metiendo el dedo en el ojo a la superioridad. ¿Buscando una excusa para otro recorte salarial. Si según nos informa la DGT se han reducido los accidentes, los heridos y los fallecidos y además de todo esto, las infracciones descienden de forma radical ¿Dónde está el problema? Explíquemelo porque yo no lo veo. Seré tonto o despistado, pero la única explicación que cabe encontrar es la del descenso equivalente en la recaudación. Si se trata de eso, si se trata de “darle caña al ciudadano” de “sacarle los cuartos” de “producir a destajo” o de cumplir unos objetivos mínimos en cuanto a denuncias, que lo digan claro. Que hablen sin careta y así muchos sabremos a qué atenernos y decidir si queremos participar de ello. De momento estamos en el limbo. Por eso cuando leo en los medios que estamos en huelga por el salario, me ofendo. Digan más bien que no están llegando a la recaudación prevista. Y sí; Es por dinero. Tenemos familia y necesidades. Pero que se pretenda vendernos tan baratos me molesta. El dinero es la última de las reivindicaciones aunque no por ello menos importante. Es por dignidad, es por respeto, es por justicia. Por eso se está produciendo poco a poco sin que nadie tome las riendas, ese cambio. Un cambio no orquestado, no dirigido. Más bien como una corriente de opinión o moda por la que queremos reconciliarnos con la sociedad de una enemistad a la que nos han forzado intereses ajenos. No lo llamemos huelga, que no. Llamémoslo cambio, reforma. El movimiento al que nos ha llevado tanto hastío y tanta tomadura de pelo con la excusa de la seguridad vial. http://www.elantirradar.com/Entrada/...0/Default.aspx |
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29/07/2010, 01:24 | #3 |
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si que tiene lógica la carta si....pero es lo que hay...al igual o peor están tb otros colectivos que además de recortes salariales iguales (o incluso superiores) tb hacen una gran labor por el ciudadano y son muy mal vistos,no se trata de poner ejemplos, pero lo que sí está claro es que la DGT tiene un fin claro..puro afán recaudatorio...y la Guardia Civil es quien tiene que cumplirlo...como dice aquel yo soy un mandao....y luego no quitan un puletero guardarrail asesino..en fin..que la Guardia Civil son titeres como más o menos lo somos todos de los Gobernantes de este y todos los países...está bien quejarse..protestar...al menos no hacen huelga encubierta como los controladores aereos o no dejan una ciudad parada 3 dias como los del metro.....resumiendo que todos estamos jodidos en mayor o menor medida...hay que apretarse el cinturón y es lo que hay.
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29/07/2010, 03:48 | #4 |
Guest
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AMÉN!!
Digo bien cuando digo que comulgo con un montón de apuntes y párrafos completos de esta carta... hace 16 años que conduzco, sí, ni más, ni menos, pero también os digo que hace muchos más que viajo por carretera, unos 20 ó 25 podría decir... y recuerdo perfectamente, como si fuera ayer, esa sensación/sentimiento de verse salvado cuando en el horizonte, en el rasante, o en cualquier punto del campo de visión aparecía una patrulla de la Guardia Civil!! Era tranquilizador, era algo "positivo"... Y podría relatar miles de anécdotas en las que intervienen los miembros del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, de la Unidad de Tráfico, para más señas... yo he viajado en ciclomotor, he viajado en moto, en coche, en autobús y he trabajado en ambulancias. He presenciado centenares de accidentes de tráfico y recuerdo con especial temor uno de cuando era muy pequeñito. Iba en un coche, con mi familia, conducía una persona que, sin formar parte de mi familia, siempre ha sido una parte de ella. Nos topamos con un accidente en el que un Renault 5 GL de 3 puertas se encontraba ardiendo y, tras parar a un lado de la carretera, este que conducía se apeó, sin pensar ni un segundo, y se introdujo en el coche ardiendo para ayudar a salir a la persona que estaba dentro del coche que ardía... arrastró por el asfalto a esa persona hasta cerca de nuestro coche y nos mandó bajar a todos para ponernos detrás del coche, por fuera, por si explotaba el Renault 5. ERntonces llegó la Guardia Civil y sacó unos extintores del maletero del Renault 4 TL y entre uno de los agentes y el conductor mencionado apagaron el fuego del coche. El otro agente estuvo asistiendo a la persona del coche, y calmándonos a nosotros mientras tanto. Esa era la imagen de la Guardia Civil... Todos sabemos cuál es hoy en día la imagen. Desgraciadamente la Autoridad de más de un Cuerpo y Fuerza de Seguridad Del Estado está en manos de los políticos de turno que, como marionetas, mueven los hilos de los altos cargos. Ordenes que cumplen simultaneamente todos los agentes, como marionetas, sin voluntad o juicio propio. El que no lo hace es considerado en rebeldía y sancionado... Por cierto, un dato, una suposición, respecto a la conclusión... quizá no conduzcamos mejor, pero sí conducimos más acojonados!! Cometeremos menos infracciones o correremos menos, pero no por habernos concienciado del riesgo o peligro real (el físico, el vital) más bien por concienciarnos del riesgo o peligro de ser multados, recriminados, reprendidos, sancionados. Algunos, que yo lo sé, han preferido tener un accidente por evitar una multa segura... |
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29/07/2010, 11:05 | #5 |
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Nos multan menos porque conducimos mejor!! !! A mi me han multado en este periodo y he pagado la multa!!! Que rabia!! (141 km/h en tramo de 120) El agente de la Guardia Civil me dijo que no me multaba él, me multaba el equipo de radar!! Al igual que no mantan las balas sino la velocidad!!
Fuera de bromas, este hombre lleva razón si el fundador de la G.C. levantará la cabeza... flipaba. |
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29/07/2010, 21:16 | #6 |
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Totamente de acuerdo con lo que dice la parrafada.
Además es extrapolable a los policias locales y otros agentes de la autoridad. Cada vez se ven menos en la calle (no es que haya menos, sino que estan escondidos ) y el contacto con el ciudadano se está perdiendo. El lado humano de esta profesión casi ha desaparecido. Es como si en su formación les hubiesen cambiado la asignatura de "educación para la ciudadanía" por la de "electronica del radar". Claro está que el problema no es de ellos, sinó de las administraciones. |
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29/07/2010, 22:20 | #7 | |
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Cita:
+1 ,Si es verdad que en muchos municipios estan a la caza y captura de infracciones, Recaudacion?? Hace poco vi un post de un compañero acosado con multas subrrealistas Creo que los agentes de la autoridad deben estar para mucho mas que las multas. Saludos |
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12/08/2010, 12:07 | #8 |
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Un dia quizá me anime yo también a hacer una carta abierta de un informático... se está poniendo de moda. Si la GC es un trabajo mas, está claro que en toda casa cuecen habas. Yo lanzaría también otra pregunta sin ánimo de maldad: Cual fué el motivo para hacerse guardia civil? por amor a la ayuda al prójimo? por poder conducir esos vehículos? por ganas de autoridad? Por tener un trabajo fijo? imagino que no todos tendrían el mismo objetivo.
Cuando el que manda es quien es, basado en un sistema político cada vez mas próximo al feudalismo de hace unos siglos enmascarado en una acotadísima libertad que es lo que esperamos entonces? Al gobierno le salen las cuentas bien... sangrar a los ciudadanos ya sea en multas o impuestos, a la GC le ha tocado y cada vez mas un papel recaudatorio, es un cambio mas de nuestros tiempos. |
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12/08/2010, 12:25 | #9 |
Guest
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Ayer mismo, sin ir más lejos, le oía a un estudiante de oposiciones decir que no le encajaba la palabra "sancionar" en la frase: El Rey sancionó la Constitución.
A lo que yo le contesté que, a día de hoy, no me encaja la palabra "ministro" en ninguna frase!! La palabra "ministro" debería tener una connotación de siervo, de persona al servicio de los demás y todos sabemos que, hoy en día, la palabra ministro referida a los políticos (que es el único uso de la palabra que se hace, olvidándose los otros usos) implica un significado totalmente contrario y opuesto. Persona que tiene al pueblo (población en general) y a gran parte de la administración a su cargo y a su servicio... A mí lo que me jode es que cualquiera que haga mal su trabajo debería ser "sancionado" y, si recae, o directamente, dependiendo de la dimensión de la cagada, expulsado. ¿Cuántos Policías, Guardias Civíles, Ingenieros de Caminos, Ministros, Alcaldes, etc. conocéis que hayan sido expulsados por hacer mal su trabajo? ¿O sin llegar a ser expulsados al menos sancionados con multas o con retiradas de su licencia de trabajo durante meses, o años? En cambio los conductores sufrimos esto todos los días... es para plantearse EN SERIO dejar de serlo!! |
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17/08/2010, 09:11 | #11 |
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Hola a todos, no quisiera ofender a nadie pero por primera vez en mi vida coincido en bastantes cosas con este guardia civil. Soy un empleado público de una administración local muy, muy grande, y la gente en general no sabe en qué condiciones infrahumanas y salariales trabajamos.
!!! Y sí, algunos por no decir bastantes somos funcionarios por tener vocación de servicio ¡¡¡ En momentos como estos de crisis decir estas cosas puede herir a alguien, pero no seamos hipócritas, en epocas de bonanza nadie quiere ser empleado público. Aunque pienso que la guarcia civil de antes me parecía rancia comprendo perfectamente sus problemas, además de ser de los peor pagados. Este tema es inacabable, pero me jode que amigos conocidos y familiares te traten como un privilegiado, cuando en esta última decada los veías repartiendo paquetes como autonomos (ellos se autodenominaban empresarios) y trabajos por el estilo y te achaban por cara sus 4.000 ó 6.000 euros al mes y su coche de 50.000€ y unos para "siempre" con sus 1300€". Para mí el gran problema es que entre los políticos y los empresarios han coseguido que nos saquemos los ojos entre nosotros los trabajadores, pq todos somos trabajadores. SALU2 P.D: !!!QUE A GUSTO ME HE QUEDADO JODER¡¡¡ |
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