26/11/2005, 12:28 | #1 |
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Pecado Mortal
Julia es quizás la mujer más atractiva de aquella parroquia, normalmente cuando me toca ir, solo veo allí viejas chochas o niños en catequesis. Es viuda, tiene cuarenta y pocos tacos y no es ni guapa ni fea, pero su cuerpo haría silbar a los albañiles desde los andamios si pasase por la calle, para haceros una idea.
La otra tarde, un jueves a las ocho, tocaba la misa de cabo de año de su marido, fallecido al volante de un camión hacía cinco años. El dolor ya estaba muy cicatrizado con el paso del tiempo, y la ceremonia era pura rutina, bla,blabla. Cuando terminé mecánicamente, dándoles la bendición a las cuatro u cinco ancianas presentes, además de la viuda, salieron todas del templo y se perdieron rápidamente por las callejas hacia sus hogares, como cucarachas, ya que la noche era oscura y fría. Después de apagar las velas, recoger y trancar las puertas de la iglesia, salí por la sacristía al portal lateral, donde tenía esperándome la Xmax con el asiento y el parabrisas escarchados de la helada. Saqué el casco del cofre y un trapo, arranqué el motor TUN TUNTUN , y mientras calentaba, intenté quitar el vaho al asiento y los espejos. Me apreté la sotana hasta arriba, me puse el casco y precinté mi cuello con una bufanda. Salí del pueblo rodando tranquilamente, sin ver a nadie por la calle. Y cuando llegué al cruce donde se acaban las farolas, distinguí una figura de mujer andando con paso firme por el borde de la carretera. La reconocí de inmediato, era Julia. Me acerqué despacio con la moto hasta ir a su paso, y me levanté la visera del casco: -Julia, ¿Como vas andando sola, con la noche que hace? -Ya vé padre, el último autobús pasó a las ocho, y no había taxis en la plaza, yo vivo entre los dos pueblos a unos tres kilómetros, que tampoco es tanto. -No está bien que vayas sola, que no sabes con quien te encuentras hoy en día. Yo te llevo en la moto, que me pilla de camino. -Bueno, no le voy a decir que nó, padre, la verdad ... es que ya tenía un poco de miedo.- Mientras bajaba los estribos del pasajero. Ella se dispuso a montarse en la moto y se remangaba la falda. Sin querer, mis ojos vieron fugazmente los hermosos muslos en la penumbra. ¡vaya!. Continuará.......... Nota del autor: El resto del relato he tenido que quitarlo dos días despues de colgarlo, por que su contenido ha ofendido a algun lector por decir frases o palabras guarras (que vienen en el diccionario de la RAE), que en su opinion no deberían ser leídas por mujeres que visiten esta página. Si alguien quiere leerlo completo que me lo pida por correo |
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27/11/2005, 19:12 | #3 |
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Mira Reverendo, si la historia es verdad me alegro por ti, por ella y por tu moto, y si es fruto de tu fértil imaginación, pues enhorabuena también porque me he descojonado leyéndola.
Creo que te lo he comentado ya otra vez. Tío, si tu vocación sacerdotal es tan fuerte, pues nada, adelante con ella, pero desde luego creo que como guionista te puedes ganar la vida de p.m. Envíale historias al Almodóvar que estos descojonos de la curia le molan. Lo de si es pecado, parece mentira que tu lo preguntes . Pues claro que es pecado, según Benedicto XVI y sus acólitos y visto desde el punto de vista católico ortodoxo Ahora, visto desde el lado humano que es en el que nos solemos mover el resto de los idems, pues has hecho muy pero que muy bién. Lo del celibato de los curas, para el Ratzinger&Co., que a esos ya nos se les levanta ni con grúa, pero lo que me parece excesivo es que a un ser humano, normal y corriente se le tenga castigado de por vida a un celibato que por lo que se sabe de la historia de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Romana, sus gerifaltes no han dado precisamente buen ejemplo, que algunos de ellos han follao mas que los monos de Gibraltar. Así que tío a alegrar viudas y demás feligresas necesitadas. Y al Obispo si vas, pues eso, se lo cuentas pero pa darle envidia no más. Ego te absolvo in nomini.... |
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23/09/2008, 21:52 | #4 |
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...y ahora como ya nos hemos hecho mayorcitos podemos publicar el resto del relato que muy amablemente ELReverendo me hizo llegar..no os iba ha dejar con el royito a medias:
...continua ...-Apoyate en el estribo para subir, y luego te agarras a las asas de ahí atrás cuando arranque.- Sentados ya los dos, arranqué suavemente, ella iba sin casco, con el pelo cubierto con un pañuelo. Cuando ya habíamos recorrido unos quinientos metros, acercó su cabeza a mi casco y me gritó: -¡Que frío, padre! ¿Puedo meter las manos en sus bolsillos? Asentí con la cabeza, y en aquel momento, haciendo inventario, recordé que en el bolsillo izquierdo llevaba un rosario y un klinex usado, y en el derecho, ¡joder! el derecho no tiene fondo, es el que uso habitualmente para rascarme los huevos y colocar el timón, como hacemos los hombres, de forma más discreta. Noté que se apretaba contra mi espalda, especialmente dos bultos duros a la altura de mis omoplatos. Sus tetas. Metió las manos en mis bolsillos a la altura de mi vientre. Me grito: -¡Mejor ahora!. Yo, por supuesto asentí con la testa, mucho mejor, pensé. Pero enseguida su mano derecha encontró la gatera de mi bolsillo, y empezó a bajar suavemente hacia mis partes con unos movimientos inconfundibles. ¿Coño, que pasa aquí? Reduje la marcha, levanté la visera y de medio costado le dije: –Tenemos que hablar, Julia - Bueno- contesto sin parar de sobar mi creciente paquete. Me desvíe hacia la capilla de San Esteban, que se entra por un camino y queda a un trecho de la carretera. Detuve la moto junto al porche, sin parar el motor. Nos bajamos. - ¿Te das cuenta que soy un cura.? -Lo que me doy cuenta es que hace muchos años que no me subía a una moto agarrada a una hombre. Usted no está casado y yo soy viuda y tenemos nuestras necesidades del sexo que no podemos evitar, además, padre- me señalo la sotana, ya con un bulto evidente,- parece que tambien anda necesitado-. Me cogió una mano y la llevó a uno de sus pechos. -¿Por que no desahogarnos mutuamente, sin más?. Intente poner por medio el muro de mi voto de castidad, pero debía ser de pladur, porque se cayó sin ninguna resistencia al tacto de aquel manjar. A estas alturas yo estaba desorientado, ciego de ganas, y mi nabo era el lazarillo de mi cuerpo. No pasaba un alma por la carretera. “¡Vamos!” oí decir a mi polla. Con toda la ternura que pude, cogí a la mujer por detrás y pasándole una mano por la barriga y apoyando la otra en su espalda la doblé sobre la parte de trasera de la moto, con su pecho posado en el asiento y las piernas a cada lado de la matrícula. -Ten cuidado no te quemes con el escape- le dije sin doble intención... -No se preocupe usted, que llevo botas altas- Le levante la falda, y la eché sobre su espalda, bajé las bragas negras hasta las rodillas, y un magnifico culo pálido se entreveía con la luz rojiza de los pilotos traseros. Yo muy excitado me desabroche desde abajo hasta el pecho la sotana, y me bajé el pantalón con calzoncillo incluido hasta las rodillas. Como no sabía si su coño estaría seco después de cinco años en paro, metí la mano entre sus piernas delicadamente, y llevé dos dedos hasta sus labios. ¡¡Uuuuf, allí había almibar para mojar dos torrijas!!.Con suavidad, acerqué el ariete y cuando tocó su carne, lo fuí deslizando hasta que encontró el solo la cueva, apreté y entró lentamente, con una tibia resistencia lubricada. Como si la hubiera metido en una lata de grasa consistente. Ummmm, me quedé dentro parado para adaptarme a aquella sensación nueva. Ella gemía suavemente, me agarró una pierna y tirando, dijo -siga padre, siga...- Miré alrededor, nadie, solo se oía el ralentí de la moto y ladrar dos perros en la distancia. Metí la primera embestida, retrocedí y otra..... estaba poniendo tanto empeño que pensé que iba a tirar la moto hacia adelante del caballete. Pero, entonces me acorde de las practicas asas de pasajero, y las agarre en el extremo final. Ya dominaba la situación, cuando metía sujetaba la moto con los brazos y hacía mas fuerza. Sus gemidos ya eran jadeos, y tambien ella se agarraba con las manos a las estriberas de los pies. ¿Estaba esta moto ergonómicamente diseñada para follar?. Con el baúl de la Vespa no lo hubiera conseguido jamás. Me alegré de haberla cambiado también por esto. Cada vez que la metía una pistonada, su interíor parecía subir un grado la temperatura y tambien el volumen de sus gritos placenteros.-Ahhhh que bueno, siga usted, siga!... Estaba a punto de saltarme el termostato y algo hervía y cosquilleaba en mis ingles con ganas de salir.¡ Joder!, se me despertó el instinto de supervivencia, una cosa era complacer dos almas hambrientas y solitarias , y otra aumentar la familia parroquial. En el instante preciso, reculé un poco mas y la saqué de la vaina, ya notaba el latigazo de gusto, y empujé hacia delante, me quedó encajada entre sus muslos, y varada sobre la rampa del colín de la moto. Allí pegué el chupinazo, y la polla con espasmos vaciaba su contenido sobre las letras de YAMAHA. Dios, que maravilla... Poco a poco nuestra respiración se recuperaba y nuestras caras se relajaron hasta esbozar una sonrisa. Julia se quitó el pañuelo de la cabeza, y con él nos limpiamos un poco los bajos, antes de taparnos de nuevo. Me dijo: -Gracias padre, no sabe el bien que me ha hecho,- yo asentí de nuevo. Nos subimos a la moto, y sin ninguna prisa la llevé hasta la entrada del camino a su casa. -No suba hasta la finca, padre, que igual se despiertan mis suegros - Vale -, contesté, y la guiñé un ojo. No hubo un solo beso, en toda la noche y tampoco en la despedida, aquello fue tan formal que habiamos follado de usted, manteniendonos el respeto. No hubo una gota de amor, solo termodinámica sexual y compasión mutua. Estos pensamiento iba yo rumiando mientras la Xmax me llevaba ella sola los kilómetros que quedaban hasta casa. Cuando llegué estaba casi convencido de que no había malicia ni pecado, solo la acción de la naturaleza. Paré la moto en la calleja y al guardar el casco me di cuenta que había un colgajo blanco en el foco de la matrícula. Saqué el klinex de mi bolsillo y repasé un poco la zona con la poca luz de la farola. Cuando llegué a mi habitación empecé a escribir lo que había pasado, primero para recomendaros usar la parte trasera de vuestra Xmax, (es casi perfecta), y sobre todo para consultaros si os parece un pecado mortal y debo acudir al obispo o por el contrario ha sido algo espontáneo y natural entre hombre mujer y moto, que no pienso repetir nunca, pero que será el guión de mi próximo millar de masturbaciones, y quizás de las vuestras, hermanos y hermanas |
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23/09/2008, 22:13 | #10 | ||
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23/09/2008, 22:55 | #11 |
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He entrado a la web y sólo he visto el nick del reverendo y ha sido entrar a su hilo sin mediar palabra. Lo que estaba a mi alrededor no existía.
Gracias Reverendo por relatarnos tal magnífica obra de las tuyas. Recuerdo tus relatos en aquella antigua web del clubxmax y decía: "yo a este le tengo que conocer, es un artista en su máximo potencial". ¡¡REVERENDO A ARANDA, YA!! |
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05/10/2008, 20:28 | #19 |
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Alguien en Aranda de cuyo nombre no quiero alfrecordarme, me recomendo que leyera este hilo, mada webos, solo habia leido el 1er post y con perdon penso, ño con el reverendo y Archi que coñazo de historia, peeeeeero, como todas las historias Will be continue y claro no habia leido el resto de la historia
Gracias, he estado riendome solo durante 10' y como internet y el foro está para compartir las cosas buenas y veo que poca gente ha posteado en este hilo, lo vuelvo a subir para que otros se descojonen como yo Nunca habia caido en la erotica de la Xmax. Lo tendré en cuenta si un dia de estos pillo, aunque sea una viudita entrada en años |
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